Puerto Rico en la mirada extranjera : la correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900

Abstract

Los documentos que siguen son una selección de los despachos consulares confidenciales enviados desde San Juan a las sedes de gobierno de los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia entre los años de 1869 y 1900.1 Eran, en esencia, informes comerciales que desmenuzaban las balanzas mercantiles, notificaban los cambiantes aranceles que pesaban sobre las mercancías, destacaban las oportunidades para los productos nacionales, o las amenazas de sus competidores, y, a menudo, colaban críticas sobre la corrupción en las aduanas. Mas, en ocasiones, los cónsules rompían el formato y opinaban libremente sobre la sociedad, la política y el gobierno español, y la economía en general. Al deteriorarse las relaciones entre España y los Estados Unidos a comienzos del 98 y al estallar el conflicto armado, los cónsules también registran sus impresiones, particularmente sus temores y esperanzas. Al publicar estos testimonios, buscamos divulgar unos documentos que hasta hoy sólo han sido consultados por algunos historiadores profesionales. Esperamos que también sean provechosos para los profesores y estudiantes de los cursos de historia de Puerto Rico. En vista de que la función primordial de los cónsules extranjeros era velar por los intereses comerciales de sus naciones, sus despachos fueron, primordialmente, áridos informes económicos. Pero su lectura de conjunto muestra zonas que rebasan la curiosidad del especialista. Para paladear con más gusto y orden el fárrago documental, hemos organizado las cartas consulares en tres territorios principales: economía y sociedad, política y la guerra del 98. En cada sección incluimos, yuxtapuestos, los informes de los cónsules norteamericanos, franceses y británicos. Así, el lector podrá constatar el amplio abanico de opiniones. Las fechas de los despachos no coinciden siempre pero son cercanas. Las presentaciones seccionales no son resúmenes del contenido sino pistas que subrayan lo más sobresaliente de las fuentes exploradas por los cónsules y por los paisanos de la época. Hemos modernizado la ortografía original para evitar confusiones, de ahí el uso discreto del sic. Por otra parte, los números que aparecen en los documentos individuales no siguen una secuencia porque obedecen al criterio ordenador de los cónsules particulares. Los dejamos para facilitar su localización a los interesados en consultar las colecciones originales. Las cartas de los cónsules norteamericanos y británicos aparecen en el idioma de sus autores. Las de los franceses han sido traducidas admirablemente por María Eugenia Hidalgo y Blanca Paniagua. La introducción general que precede los documentos es una síntesis del Puerto Rico que el extranjero encontró. Los editores confían que ayude a entender mejor el país real que despertó las opiniones extranjeras. Por último, este volumen debe mucho al apoyo y al estímulo sin límites de la profesora María Dolores Luque de Sánchez, Directora del Centro de Investigaciones Históricas, quien desde el principio se empeñó en ofrecer todos los recursos necesarios para salvar los obstáculos previstos o inesperados (anímicos y materiales) encontrados en el camino. La profesora María de los Ángeles Castro leyó críticamente la introducción y aportó valiosas opiniones. Igualmente agradecemos mucho la cuidadosa labor de Benjamín Bernier, Miriam Lugo y Juan Luis Martínez, responsables de levantar la tipografía y de diseñar el manuscrito. En la tarea de revisar y reproducir los informes también colaboraron, muy generosamente, los integrantes del equipo de trabajo del Centro, especialmente José Cruz Arrigoitia, Margarita Flores, Julia Ríos y Magalis Cintrón. Sin la ayuda de todos ellos este volumen sería impresentable.