dc.description.abstract | Plantearse el problema del absurdo es preguntarse por el sentido de la vida, en particular, por el sentido de mi vida, en particular, por el sentido de mi vida. Por eso para Camus el primer problema que hay que resolver es el suicidio. Los problemas que se plantea y desarrolla Camus en su obra en cierta medida, ya se habían planteado en Dostoyevski. En su última obra, Los Hermanos Karamazov, el personaje Iván Karamazov dice que este mundo, tal como es, es incomprensible, absurdo. Dice esto mientras se cuestiona el orden y sentido de un universo donde sufren los inocentes y de un Dios que ha ordenado, así las cosas. Sin embargo, en Iván no se ve claramente perfilada en su posición frente a Dios. En otra de sus obras, Demonios, Dostoyevski nos presenta a Kirilov, quien se mata pedagógicamente para enseñar a los hombres a ser libres. He aquí un hombre aparentemente rebelde cuyo deseo de libertad desemboca en una especie de nihilismo. Se aniquilará para hacerse libre, para demostrar que es libre. También en Iván -volviendo a los Hermanos Karamazov- al decir que todo está permitido, se está señalando un cierto absurdo, que nos recuerda casi exactamente al de Calígula: si el absurdo es lo que impera, todo está permitido. En Dostoyevski, no se puede decir que estas ideas sean el tema central de sus obras. Se presentan junto a otras ideas, a veces son fortuitas, aparecen y desaparecen. En Camus, son el tema central de su obra. | en_US |